Después de ducharme salí
del baño. Solo llevaba puesta una toalla. Con tan solo salir de allí, me
encontré con un chico. Un chico que conocía muy bien. El chico que me
encontraba en las mañanas en la puerta.
Se me quedó mirando
incrédulo. Lego reaccionó y me cogió de la muñeca con fuerza.
- No quiero verte. ¡Vete!
¿Tienes que seguirme a todas partes?
- Yo…. – intentaba hablar
mientras empezaba a mover mi brazo para que me soltara. – Me haces daño….
- No me vengas con esas.
– era realmente fuerte.
Me llevó hasta la puerta.
Pero cuando intentó abrir me pude soltar, no se como, y volví al comedor.
Volvió detrás de mí. Me volvió a coger. Las lágrimas salían de mis ojos, sin
dejarme ver.
- ¿Piensas que por llorar
te dejaré hacer lo que quieras?
- Yo…. ¿Puedo vestirme
antes de que me eches?
Me soltó, así que lo tomé
como un si. Al terminar de vestirme di un suspiro. Cogí mi bolsa y salí del
baño.
- Bueno, me voy – me
dirigí a la puerta, cuando me llamó el manager.
- ¿A dónde vas? Te dije
que puedes quedarte aquí mientras tu prima no te deja vivir en su casa.
- Es igual, tengo otro
lugar dónde quedarme. Gracias por prestarme el baño.
Salí en ese instante.
Llegué al ascensor. Lo llamé y se abrió la puerta después de un par de minutos.
Tres chicos salieron de ahí, quedándose sin moverse ni un dedo.
- Hola, ¿me dejáis subir?
Y salieron para dirigirse
al departamento donde vivían.
Baje hasta el último
piso. Salí a la calle, y me senté en mi banco. En los últimos días pasaba allí
más tiempo del que hubiera pensado.
- Toma, para que comas
alguna cosa – el mánager bajó y me dio un sándwich – ¿De verdad vas a dormir
aquí?
- No tengo más remedio.
Mi prima no me deja ir allí – indiqué con mi dedo al piso donde vivía mi prima.
- Toma, duerme en la van.
Al final tuve que
aceptarlo porque sabía que no subiría al apartamento. Así que me dormí en la
van. Esa mañana no estuve a la puerta del edificio como en los últimos tres
días.
- ¿Otra vez tu? – me
desperté de golpe – Hasta aquí te encuentro.
- Déjala, no ha dormido bien en tres días.
- Lo sé, pero no es
motivo porque venga y duerma aquí. Si es nuestra fan, lo aprecio pero que no
invada mi intimidad.
- Jonghyun…. – Dijo el
mánager- Dejemos que se quede al apartamento, hay sitio de sobra.
Me bajé del coche donde
había pasado la noche, realmente era mejor que dormir en el banco. El grupo de
chicos que estuvieron en el ascensor también estaban. Se subieron, y se fueron.
Volvieron por la tarde. Estaba sentada en el banco, así que los vi llegar. AL ver
al mánager me levanté y me acerqué.
- Tome, esto es por el
sándwich de ayer. Muchas gracias. Y esto es por dejarme dormir en la van. – Le
di una comida, y una bebida – No puedo agradecer de ninguna otra manera. Pero
espero que sirva – sonreí – ¡Ah! Esto es por dejarme usar el baño – Saqué un
bote de vitaminas y se lo di – Dáselo a los chicos, pero no diga que es mío –
Le dije al oído.
Los otros ya estaban
dentro, así que no pudieron escuchar nada. Esa noche me la pasaría otra vez en
el banco.
De lejos vi a mi prima.
Me acerqué a ella
- Prima, por fin te veo.
¿Me dejas ir al apartamento ya? He estado esperándote todo el día.
- No, no quiero que vivas
conmigo. No quiero tener que cuidarte.
- Vamos, sabes que se me
cuidar sola. Tú haces tu vida y yo la mía, como si no estuviera.
- Entonces no necesitas
estar en mi casa – me empujó y continuó su camino. Solté un aliento y me volví
al banco.
Al poco tiempo bajó el
mánager.
- Vamos, puedes quedarte
en nuestro apartamento el tiempo que quieras.
- Yo… no creo que sea
buena idea. Él no quería que estuviera
allí.
- Cambió de opinión a
regañadientes ^^
Y así es como conseguí
dormir esa noche en una cama. A la mañana siguiente me desperté tarde. No había
nadie en la casa, o eso creía yo. Llegué
a la sala, con el pelo despeinado, y bostezando. Entonces oí una melodía. Me
dirigí a donde se originaba ese ruido. Pero me quedé detrás de la puerta
escuchando. Me senté al suelo. Se abrió la puerta al terminar la melodía.
- Me asustaste. ¿Se puede saber que haces? - Me
levanté de golpe
- Que sepas que por vivir
aquí puedes hacer lo que quieras.
- Así que a partir de
ahora vas a hacernos la comida, y a lavarnos la ropa.
- ¿Eres sorda? Lo que me
faltaba…
¿Ahora debía hacerles la
comida y la colada?
Me senté al sofá. Esperé
a que saliera Jonghyun.
- ¿Ya has terminado? – No
contestó – ¿Lo que tocabas antes era una nueva canción? – otra vez silencio, se
dirigió a la cocina – ¿Puedo escucharla una vez más?
- ¿Cuando la termines me
la enseñaras? – Otra vez ese silencio.
Por la tarde estuvimos
todos al apartamento. Hice un poco de comida para ellos, y luego se fueron a
practicar. Llegó la noche. Me aburría sola en ese apartamento. Me lo miré todo.
Tan solo quedaba un sitio dónde no podía entrar. La habitación de Jonghyun.
Estaba delante de la
puerta. Y en ese momento me cogieron por la espalda.
- Yo… pensé en limpiar un
poco
- No puedes – y sonrió.
Era la primera vez que lo hacía.
Abrió la puerta y me
dejó pasar. No me lo pensé dos veces. Me senté en la cama, él en el escritorio.
Estaba súper concentrado. Miré todo lo que tenia. Me llamó la atención una caja
que tenía abierta, al lado de la cama. La cogí. Eran cartas de sus fans. Me
puse celosa. Leí casi todas las cartas. Sé que no debería hacerlo, pero lo hice
igualmente.
- ¿Tanto te interesa? – Me
sobresalté – Escucha – puso el audio
Era la canción que estaba
componiendo. Esta vez tenía la letra y todo. Era una bonita canción.
- ¿La escribiste pensando
en mi? – No dijo nada – ¿Jonghyun?
Se terminó la canción. Se
levantó, me cogió la caja y la dejó al suelo. Entonces se sentó a mi lado.
- Desde hace tres días, que estas en mi cabeza.
¿Cómo narices lo haces? – No dije nada- Cada noche te he estado vigilando.
Estabas en ese banco, esperando a alguien. En un principio pensaba que éramos
nosotros, pero me equivoqué. Cuando vi a tu prima, pensé en las vitaminas que
nos diste y decidí dejarte quedar aquí. Eres una buena chica. – me estaba poniendo
colorada. ¿Qué estaba pasando? – Ya no sé qué hacer. Tengo un montón de
canciones y melodías en mi cabeza, y todas son sobre ti…
No dijo nada más. Tan
solo, se acercó, me acarició la cara, haciendo que me pusiera más roja de lo que
ya estaba en esos momentos. Se iba acercando cada vez más y más. Hasta que puso
su frente en la mía. Notaba su respiración y seguro que él la mía. Sin darme
cuenta, sus labios estaban tocando los míos. Esos dulces labios, me estaban
besando. Sin darme cuenta, mis manos estaban en su
cuello. Y las suyas en mi cintura. Ni siquiera supe cuando nos quedamos
tumbados en la cama. Nuestros labios no se separaban, excepto para coger un poco
de oxigeno. Y ese bonito momento no duró mucho más. Los chicos volvieron de
repente. Nos sobresaltamos y nos separamos. Entonces Jonghyun, me soltó y
salió de la habitación. Yo iba detrás de él.
- ¡Oh!, ¿estabas aquí tu
también?
- Si – dije de manera que
sonara de lo más normal que pude.
- Vamos a cenar – Dijo el
mánager.
Yonghwa se fue. Jonghyun
me miró y sonrió.
- Vamos – Le devolví la
sonrisa y asentí.
Desde entonces
guardábamos un secreto ^^
